Este miércoles, continúo con la serie de retratos familiares en blanco y negro, si ya les tocó el turno a Teresa, y a Lydia, en esta ocasión le toca el turno a Lucía.
Lucía tiene una pose más estudiada, y más trabajada. Sujeta con su mano de forma delicada su barbilla, mientras mantiene, con cara impasible, su mirada hacia la zona iluminada.
Estoy especialmente orgulloso de haber conseguido que durante unos minutos posara para mi cámara a pesar de no haber estado muy convencida al principio. Para mi el resultado ha sido excepcional.
Los datos de la toma: Canon 7D + Canon 50 f/1.4 USM; distancia focal 50mm; sensibilidad ISO 100; tiempo de exposición 1/250 de segundo; apertura de diafragma f/8.
El esquema de iluminación es igual que en los anteriores:
Espero que os guste, nos vemos la semana que viene con curva.